La clásica cita de todos los años y cada vez con mas condimentos y mas público que no puede resistirse a la idea de disfrutar un verdadero manjar, como así también de una grata velada.
Más de 90 personas colmaron la capacidad del Fogón del Automoto Club Deportivo para darle vida a otra estupenda noche de la “Gran Tallarinada”.
Buena excusa para compartir entre amigos y contribuir con la Asociación Amor por la Vida, institución que cumple un rol para destacar en nuestra sociedad y a la que, en la medida de lo posible, todos tratan de apoyar.
EL MANJAR…
Todo comenzó de la mano de Francisco “Pepo” Lanaro que asumió la batuta y si de tuco se trata…. la tiene muy clara….Los “exquisitos” tallarines tuvieron la mano de los cocineros Jorge Diez y Carlos Corral
Manuel Palavesino tuvo a su cargo la responsabilidad de ensamblar el manjar para que llegue a punto a la mesa.
Las voces de Carlitos Porcel y Sergio “Chiche” Muzzi fueron muy aplaudidas por los presentes.
Y llegó la hora del coro “disfónico”
El Coro “Disfónico” ya es una marca registrada de este tradicional evento social que cada vez reune mayor cantidad de público.Una gran diversidad de voces que se suman para compartir ese grato momento que para algunos significa “una primera vez” delante de un micrófono para interpretar un tema a elección del “musiquero” y los intérpretes deben leer la letra en una diminuta pantalla, que a partir de ahi ya los pone a prueba.
Superado ese primer momento y cuando todos se suman se constituye el grupo que en esta oportunidad no desentonó y contó con la aprobación suficiente como para ir por una segunda interpretación.
La buena honda se transmitió al resto de la gente que no escatimó en aplausos para redondear una “buena” actuación, redondeando otra gran noche de la tradicional Tallarinada de Amor por la Vida