El Club Unión trabaja contra reloj hasta en el mínimo detalle para una fiesta que quedará en la historia institucional, deportiva y comunitaria, trascendiendo las fronteras de la ciudad y la región.
La gran jornada se aproxima y es mucha la gente que se sumó al compromiso asumido por aquellos, tildados en un primer momento como “locos utópicos”, pero que lograron hacer realidad la cancha de hockey sintética, la iluminación, la gran fiesta del Día del Amigo y van por mas.
Seguramente el del sábado será un día difícil de olvidar para los tornquistenses y en particular para directivos, asociados, simpatizantes y allegados al Club Unión.
A la par de la gran responsabilidad que significa cristalizar una obra de semejante magnitud, también se genera una carga emotiva y una adrenalina imposible de describir en palabras.
Pero lo que es mas importante; y aun observando algunos rostros que denuncian el cansancio de tantas jornadas, ya se piensa en nuevos proyectos. Ya hay nuevas páginas escritas en la agenda como para darle continuidad a un proyecto que no termina en la cancha de hockey.