Resultó una mañana diferente. Los habitantes del distrito realizaron un viaje al pasado. Se emparentaron con la historia y disfrutaron de un magnífico espectáculo. El paso de las Caravana Evocativa, al cumplirse el 75º aniversario de las Clásicas 1000 Millas Argentinas, no sólo cautivó a los nostálgicos, sino también a los jóvenes y niños de las diferentes localidades.
La caravana de automóviles estuvo integrada por grandes joyas del automovilismo nacional, como el caso de las famosas coupecitas y otros vehículos que escribieron páginas de gloria de ese deporte, bajo la organización del Avellaneda Automóvil Club, el Automóvil Club Argentino como entidad fiscalizadora y el apoyo institucional de la Agrupación Eusebio Marcilla de Junín.
Resultó una verdadera fiesta, que después de atravesar los bellos paisajes que envuelven a la Comarca Turística Sierras de la Ventana, desembocó en la ciudad cabecera del distrito, donde se efectuó una escala. La fila de autos se dirigió a la intersección de las avenidas Ernesto Tornquist y Alem, para detenerse delante de la Plaza “Ernesto Tornquist”.
Ante la presencia del intendente municipal, licenciado Gustavo Trankels, los pilotos accedieron a mostrar sus máquinas, sacarse fotos con el público y dialogar con todos aquellos que se acercaron a efectuar alguna consulta.
Cuando la comitiva estuvo completa, y los autos dibujaban una linda postal frente a la Iglesia “Santa Rosa de Lima”, se realizó un pequeño acto de intercambio de presentes. El jefe comunal le entregó a los directivos un espectacular cuadro realizado por el artista local Patricio Pedro Barrett, que generó admiración de los organizadores y corredores.
Trankels también les regaló una copia del decreto que declaró de Interés Municipal el paso de la prueba y una hoja de ruta de una de las primeras competencias, mientras que recibió un certificado de las entidades que organizaron.
“Estamos muy contentos y agradecidos por el paso de esta caravana histórica. Recién estuvimos charlando con gente que vio pasar a estos vehículos cuando eran las máquinas más veloces que existían en el país, y la ruta 76 todavía era un camino de tierra. Hoy tenemos nostalgia y alegría de observarlos parados en el centro de nuestro pueblo, muchos de ellos originales y como estaban en aquel entonces”, consideró Trankels, quien estuvo acompañado por le secretario de Gobierno y Hacieda, Guillermo Löffler; el secretario de Turismo, Cultura y Deportes, Rubén Testa; y el director de Deportes, profesor Jorge Schmidt.
“Muchos de los integrantes de la carrera no conocían el lugar y ya está planteada la posibilidad de volver, no sólo como turista sino también con la chance de generar alguna de las actividades que ellos tienen como institución. Eso es lo lindo de estos encuentros: nos estimula para generar nuevas actividades para disfrutar”, aseguró, antes de compartir un ágape con los visitantes.
La comitiva estuvo integrada por varios autos históricos, además de pilotos de Uruguay y Francia. La etapa que atravesó los caminos de nuestro distrito fue la segunda de la competencia y unió Tres Arroyos con Daireaux.
