La leche materna aporta toda la energía y los nutrientes que el niño necesita en sus primeros meses de vida, y sigue cubriendo la mitad o más de las necesidades nutricionales del niño durante el segundo semestre de vida, y hasta un tercio durante el segundo año.
Las madres que amamantan se recuperan del parto mucho más rápido y fácilmente. La hormona oxitocina, que se libera durante la lactancia materna, actúa para regresar el útero a su tamaño regular más rápidamente y puede reducir el sangrado post-parto.
Los estudios muestran que las mujeres que han amamantado, experimentan índices más bajos de cáncer de seno y ovario posteriormente en sus vidas.
Algunos estudios han descubierto que la lactancia materna puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, artritis reumatoide y enfermedad cardiovascular, inclusive una alta presión arterial y colesterol alto.
Sobre éstos y otros temas, dialogamos con la doctora Geraldina Gribaldo, pediatra de Tornquist.